Skip to content
Carne o no carne... ¿Qué es más saludable para mi?

Carne o no carne… ¿Qué es más saludable para mi?

5 de November de 2019

Todo depende… Cuando peque, comía carne. Era el día a día en casa. Carne de almuerzo y carne de cena. Sin embargo mi digestión era una tortura: Cólicos, estreñimiento, dolores de barriga, inflamación en el abdómen, acidéz, sólo por mencionar algunos de mis síntomas diarios. No fue hasta mis veinti tantos, que comencé a darme cuenta de cuánto afectaba mi cuerpo consumir carnes.

La conciencia de no consumir carne llegó por varias vías mientras viví en Barcelona. Fue una mezcla de comenzar a practicar yoga, hacerme consciente de mi cuerpo y la realidad de no tener presupuesto para comprar carne en el supermercado. Esto me ayudó a meterle creatividad a mi comida y de paso, y sin darme mucha cuenta, mejorar mi digestión radicalmente.

Luego de nueve años sin comer carnes, mi cuerpo comenzó a necesitar algunos cambios en mi alimentación. Mis hormonas necesitaban apoyo y el dolor menstrual estaba vigente y poderoso. Así que exploré alternativas. Nunca he sido fanática de las doctrinas, así que me gusta ese flow de escuchar mi cuerpo y ver que necesita. Probé comer pescado y eliminar los lácteos y la cosa mejoró. Al momento mi fuente de proteína animal sólo es pescado, huevo, mantequilla.

Necesitas proteína

Seguro has escuchado frecuentemente hablar de lo importante que es consumir proteína pero pocas veces entendemos bien que es lo que hace en nuestro cuerpo o por qué es necesaria. Al menos para mi antes era un enigma.

La proteína es uno de los elementos esenciales para nuestra salud. Los huesos, la piel, los músculos, el pelo, las uñas y los cartílagos son todos nutridos por proteína. Así mismo, muchas hormonas y enzimas se forman gracias a la proteína que consumimos.

Tal vez has notado como cada cierto tiempo un elemento de la alimentación parece tomar el rol “estrella” de la salud y ultimamente parece ser el momento de la proteína. Aunque las dietas altas en proteína han ganado auge en los últimos años, creo que es importante tener en cuenta 1. el alto nivel de grasa saturada que implica consumir carne a diario y en exceso y cómo. 2. la calidad de la proteína animal que consumes, pues esto puede afectar tu cuerpo.

¿Entonces, cuánta proteína necesitas?

La proteína es tan importante como los carbohidratos, grasas o fibras en tu alimentación, así que realmente no debería llevar el rol principal en tu dieta o ir por encima de estos elementos. Es cuestión de balance ¿No?

El desconocimiento nos lleva a tomar desiciones que pueden afectar nuestra salud más que beneficiarla. Sea por que la dieta está de moda o simplemete porque desconocemos nuestras opciones y es lo que hemos aprendido, le metemos al steak, nos caiga bien o no.

La cantidad de proteína que consumes debe ser proporcional con tu peso, condiciones de salud, actividad física y metas. 

Ten en cuenta que consumir una cantidad de proteína saludable no tiene que implicar comer carne, aumentar la cantidad de carnes o de calorías que consumes. También es necesario entender que más no es necesariamente mejor. Si tu estómago es del tamaño de tu puño, ¿Realmente es necesario comer una porción de carne más grande que la que quepa en la palma de tu mano? No, el exceso de proteína en tu cuerpo se convierte al fin y al cabo en grasa, no músculo. Aunque muchas personas piensan que no obtendrán suficiente proteína para mantenerse “fuertes” si no consumen carnes a diario, la realidad es que es posible consumir la proteína que necesita tu cuerpo a través de otros alimentos tales como vegetales, legumbres, nueces o semillas, sólo por darte algunos ejemplos.

¿Esto implica que llevar una dieta vegetariana o vegana es más saludable?

Primero que todo, te invito a dejar las etiquetas a un lado y a escuchar tu cuerpo. Escuchar lo que le satisface realmente, observar las reacciones que provocan los alimentos que consumes y abrirte a nuevas posibilidades. ¡Imagina todos los alimentos nuevos que puedes descubir!

Por ejemplo, en mi caso llevo una alimentación mayormente a base de plantas, podría decir cerca de un 75% pues consumo huevos de vez en cuando, mantequilla y pescados y mi cuerpo se siente genial. Sin embargo, entiendo que no todo el mundo es igual y que cada cual tiene un rítmo.

Te invito a explorar y experimentar si entrar en dogmas. Si te da curiosidad dejar la carne, intenta el “Meetless Monday”.

Estudios han demostrado que es mucho más saludable no consumir carne en exceso – por algo “Meatless Mondays” está de moda- . Incluso, para muchas pacientes con endometriosis las carnes rojas pueden resultar altamente inflamatorias pues es sumamente acídica y uno de los elementos esenciales para combatir la inflamación son los alimentos alcalinos, osea no acídos. Por eso te invito a experimentar un poco… nuevamente, balance.

Muévete hacia alimentos frescos, no procesados como frutas, vegetales, nueces, semillas, habichuelas y otras legumbres. Poco a poco ve añadiendo estos alimentos y verás como es más fácil crear balance en tu alimentación.

¡Pero no puedo vivir sin carne!

No tienes que vivir sin carne, pero si sólo de pensar no comer carne es como si te dijeran que van a torturarte, pero tu digestión es pesada y lenta, sufres de acidéz, estreñimiento, inflamación o dolores agudos en el cuerpo, entre otras, es posible que consumas demasiada carne o incluso, que te esté haciendo más daño que bien y necesites bajarle dos y comenzar a incluír más vegetales y frutas. Osea, más fibra. Nuevamente, comienza poco a poco a crear balance. ¿Cómo lo haces?

Comienza por ejemplo disminuyendo la cantidad de carne que consumes en la semana para empezar. Experimenta por tener al menos un día sin consumir carne hasta que poco a poco puedas disminuír la cantidad que consumes. Ten cuenta que el jamón, el pollo y el pescado son carnes, la idea es que ese día consumas alimentos que no hayan tenido ojos antes de llegar a tu plato ;).

Tu cuerpo es tu vehículo y es el único que tienes, así que es lógico darle lo mejor. No llenarías el tanque de tu carro con diesel si lo que utiliza y le funciona es gasolina ¿No?

Cuando consumas carne busca que sean de buena calidad. Esto quiere decir, libres de antibióticos y hormonas, de animales criados libremente y que consuman el alimento que naturalmente consumirían. ¿En que momento una vaca comenzó a comer maíz? o ¿Por que darle a una gallina otra cosa que los gusanos y lombrices que está acostumbrada a comer de la tierra? Como diría Michael Pollan en su libro In Defense of Food: An Eater’s Manifesto: “Eres lo que comió tu comida”.

En conclusión, no tienes que dejar la carne para llevar una vida saludable si tu cuerpo no vibra con eso, pero sí te invito a encontrar un balance, consumirla conscientemente si sientes que tu cuerpo la necesita y sinceramente escuchar lo que haga sentir a tu cuerpo mejor. Cuando consumes alimentos variados a base de plantas, muchas veces el consumo de proteínas no necesita mucha planificación.

Te invito a no enmarcarte en etiquetas, escuchar lo que le funciona a tu cuerpo mejor y experimentar con opciones más allá de la carne.

¡Compártelo en tus redes sociales!

Últimos episodios de mi PODCAST

¡Sígueme en las redes!